‘La chispa de la vida’. Opinión

 

La chispa de la vida

 

Con ‘La chispa de la vidaÁlex de la Iglesia ha dado un importante paso en su carrera. Prescindiendo de protagonistas extremos, un gran despliegue visual y un final de traca, ha realizado el drama más contenido e interesante de su filmografía.

La premisa de ‘La chispa de la vida’ es simple: un publicista en paro sufre un accidente en un antiguo teatro romano y el suceso le convierte en la efímera estrella mediática del momento. Con ecos de ‘El gran Carnaval’ de Billy Wilder, esta película es una crítica encendida pero medida a diferentes estamentos: los políticos, los bancos y, ante todo, los medios de comunicación y quienes los controlan. En el autor de ‘Balada triste de trompeta’ esto podría haber significado exceso, feísmo…y el clásico final a lo De La Iglesia de “no sé cómo acabar esto” (su anterior película es una buena muestra de ello, como apuntamos en nuestra opinión). Sin embargo, el realizador opta por la mesura, con lo que el resultado es mucho más satisfactorio.

 

La chispa de la vida

Tragedia teatral con Mota y Hayek al frente

La película está ambientada prácticamente en un solo espacio, el teatro romano, y con un personaje estático. Por ello, todas las situaciones y personajes irán pasando por delante del protagonista, haciendo que el peso de la trama recaiga en la estupenda interpretación de Jose Mota.

Esta es una de las pocas veces en la filmografía de De la Iglesia que el protagonista es un personaje bondadoso, me explico. Aunque en las películas del director bilbaíno hay “buenos” y “malos” los primeros nunca suelen tener una moral intachable, y así tenemos ejemplos en la citada ‘Balada Triste de Trompeta’, ‘La Comunidad’ o ‘El día de la Bestia’.

Roberto, el personaje de José Mota, es un hombre bueno, que se adapta a las circunstancias y cuyas locas decisiones lo convierten en víctima, con el único propósito de ayudar a su familia. Como mujer de Roberto brilla Salma Hayek, que si bien muestra en ‘La chispa de la vida’ algunos tics de estrella de Hollywood, realiza en general una interpretación creíble, el retrato de una mujer real con las ideas muy claras.

 

La chispa de la vida

El gran carnaval de Álex de la Iglesia

Mota y Hayek están secundados por un reparto en el que nadie desentona. Juan Luís Galiardo, Blanca Portillo, Fernando Tejero, Juanjo Puigcorbé…La lista de secundarios es larga, pero apunto a éstos por el peso de sus personajes, que con cuatro pinceladas se definen muy bien.

Quizá los matices de los personajes de Mota y Hayek no están presentes en el resto y se cae en la exageración (el político oportunista, el directivo de televisión implacable, el representante ambicioso…); pero es que, ¿acaso en la vida no vemos a diario comportamientos extremos? (no hace falta que diga nombres de programas televisivos, ¿verdad?)

‘La chispa de la vida’ es una película sencilla en planteamiento, pero con un mensaje muy claro. Más agrio que dulce, sí, pero con una pequeña ventana abierta a la esperanza. Una rareza en la filmografía de Álex de la Iglesia, una pequeña y valiosa joya ante tanta piedra preciosa, algunas veces con más destellos que valor real.

 

Mi puntuación: 8

 

 

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