Después de siete años, tras la sensacional ‘Hijos de los hombres’ (2006), el director mejicano Alfonso Cuarón ha vuelto para superarse a sí mismo, y si bien la primera era una cinta de ciencia ficción con un estilo ultra-realista, ‘Gravity’ comparte el tema del estilo pero no el género, ya que a la última se puede calificar como un filme de supervivencia, ambientada sin embargo en el espacio exterior, lo que le da un extra fundamental.
Y es que estamos ante un caso de experiencia única cinematográfica, hasta cierto punto revolucionaria, por el avance técnico que supone, donde la forma se superpone al fondo. Esa sensación de ingravidez (para la cual pidió consejo a James Cameron, para evitar un rodaje repleto de cromas como en el caso de ‘Apolo 13’) es única, y quizás por vez primera (obviando la obra maestra de Kubrick, ‘2001: una odisea en el espacio) una película logra trasladar con una verosimilitud sin precedentes el entorno y contexto de deriva espacial.
Una experiencia espacial inmersiva
Para ello usaron una técnica nueva, mezclando la imagen digital, con la filmación de las caras reales de los actores y el uso de robots industriales para los momentos que se producen en las estaciones espaciales.
Cuarón maneja la cámara con una precisión extrema, llevándola a puntos imposibles y mostrándonos planos de una belleza inusitada y moviéndola con la habilidad suficiente para conseguir un equilibro entre secuencias de suspense puro con las de interacción entre los actores.
Ese contrapunto dramático totalmente fundamental, y es que a pesar de que es una película donde la técnica destaca en exceso, sin la excelente labor de Sandra Bullock y George Clooney el resultado final hubiera sido realmente pobre.
Un argumento simple pero efectivo
El argumento del filme es bien sencillo, y es ahí donde quizás puedan verse las lagunas al conjunto, ya que a pesar del esfuerzo de los actores y el cúmulo de ciertos momentos angustiosos y tensos, la historia después del primer acto se vuelve algo predecible.
De todos modos el trabajo con los intérpretes es impecable (sorprende Sandra Bullock, que demuestra que su Óscar no fue casual, una actriz que ha ganado galones y ha mejorado como un buen vino). Y a pesar de la simpleza del libreto, es innegable que los personajes están bien trabajados con los que logramos empatizar, gracias a una sucesión de diálogos trascendentes e interesantes y es que tras tanta parafernalia espacial.
En el fondo la película quiere mostrarnos el clásico drama humano: la sensación de soledad, el vacío, de lo pequeños e indefensos que somos ante la inmensidad del universo y la necesidad de soltar lastre y escapar lo más lejos posible del dolor y las desgracias que ocurren en tierra firme.
Mi puntuación: 8