En el cine actual resulta realmente complicado innovar en determinados géneros, ya sea porque están muy explotados o sencillamente porque no dan más de sí. Es el caso del terror y algunas de sus temáticas cómo el ‘Slasher’, que sobrevive gracias a un público bastante fiel desde los años ochenta, a pesar de tener que soportar numerosas secuelas y remakes innecesarios.
Por ese motivo son bienvenidas propuestas arriesgadas como en su momento fue ‘La cabaña en el bosque’ o ésta ‘The final girls’, que se convierten en auténticos ejemercicios de homenaje y metacine que resultan deliciosos sobre todo para un público ya muy curtido en este terreno.
Slasher dentro de Slasher
El filme realizado por el televisivo Todd Strauss-Schulson (Onion News Empire) parte de una premisa que en su momento sugirió Woody Allen en ‘La rosa púrpura del Cairo’ y más adelante vimos en otras producciones cómo ‘El último gran héroe’ o ‘Pleasantville’ y es… ¿Qué pasaría si entraramos dentro de una película de ficción y pudiéramos interactuar en ella?.
Esto es lo que sucede con los protagonistas de la cinta, que tras un extraño suceso al asistir a una proyección de cine de verano (tipo las dobles sesiones ‘Grindhouse’), son absorbidos por la película y se convierten involuntariamente en las nuevas víctimas de un asesino en serie al más puro estilo de Jason Voorhees de ‘Viernes 13’ , con la ventaja que ellos conocen de primera mano todas las normas y demás estereotipos que suceden repetidamente en este tipo de producciones.
Este juego de muñecas rusas, le da bastante vida la película, ya que sirve de excusa perfecta para rememorar a clásicos del terror cómo John Carpenter o Wes Craven desde un prisma respetuoso pero no exento de sentido del humor. Este curioso contexto se presenta como una oportunidad para su protagonista, una convincente Taissa Farmiga (vista en la serie ‘American Horror’), a redimirse y purgar fantasmas del pasado, con Malin Akerman (‘Watchmen’) un personaje fundamental y eje sobre el que se sustenta la trama.
Mujeres al poder
El filme funciona entre recurrentes gags y secuencias tópicas (y por tanto previsibles), hasta su tercio final, y sólo decae en algunas escenas más puramente dramáticas. ‘Las últimas supervivientes’ deja buenas sensaciones y se atreve a reivindicar (de nuevo) el papel femenino dentro del cine de terror, cabeza visible desde los tiempos de Jaime Lee Curtis en ‘Halloween’.
Lo mejor:
- El divertido juego que propone al espectador.
- Su tono, entre el homenaje y la parodia.
Lo peor:
- Algunos momentos “sentimentaloides”.
- Un poco más de humor negro no le hubiera ido mal.
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